lunes, 4 de agosto de 2008

11-M ¿trick or treat? Acto Quinto

De cómo el Supremo deja a todos con el trasero al aire





Las palabras del fiscal Navajas de que "son todos los que están, pero no están todos los que son", pronunciadas en la vista de los recursos de casación, fueron ampliamente difundidas.

A la vista del resultado se podría decir que tampoco "son todos los que están".



La sentencia no deja títere con cabeza. Por una parte y como era previsible acaba con la posibilidad de condena de cualquiera de los acusados de ser "cerebros" u "autores intelectuales del 11-M", Egipcio incluído. Pero considera que a este último sí se le puede condenar por pertenencia a grupo terrorista a pesar de su condena en Italia. Por una parte rechaza la decisión del tribunal presidido por Gómez Bemúdez de no juzgarle por los delitos por los que fue condenado en Italia, ya que la jurisprudencia española sí lo permite. Pero, ¡oh sorpresa!, no le queda más remedio que absolver a El Egipcio también de esos delitos porque en la Sentencia no se detallan ni los hechos probados, ni las pruebas e indicios, ni los razonamientos lógicos y jurídicos que motivarían la condena.


Pag. 793:

9. Lo antes dicho, sin embargo, no implica la estimación del motivo. La sentencia impugnada no contiene una descripción fáctica que permita una condena por el delito por el que se ha acusado, ni realiza una valoración de la prueba que permita el establecimiento de los hechos.

Pero el Supremo además añade que se podría haber devuelto la sentencia al tribunal de la Audiencia Nacional para que ésta pudiese incorporar el "acervo probatorio" que justificase la condena por terrorista. ¡Pues tampoco! Resulta que ni la fiscalía, ni las acusaciones particulares, que tanto despotricaron por su absolución, habían previsto esta circunstancia y dejaban al Supremo con las manos atadas.


pag. 797:

Dadas las circunstancias, hubiera podido plantearse la procedencia de devolver la causa al Tribunal de instancia para la valoración de la prueba practicada sobre los hechos concretamente imputados al acusado Rabei Osman, pero no existe en ese sentido ninguna petición expresa de las acusaciones.

Después de cuatro años machacando en la prensa con la supuesta culpabilidad de El Egipcio y la cantidad de pruebas que había en su contra el resultado es que queda absuelto de todos los cargos en España.

Y según lo fundamentado por el Tribunal Supremo se debe en primer lugar a unas curiosas decisiones jurídicas de Gómez Bermúdez, que desembocan en una mala sentencia. Y a la "torpeza" del Ministerio Fiscal y parte de las acusaciones, que no han tenido la precaución de incluir en sus recursos las clausulas que hubiesen permitido la modificación de la sentencia original para incluir la valoración de las pruebas y la condena de El Egipcio.

Ya lo dice el refrán: "Perro ladrador, poco mordedor".


Artículos anteriores:

11-M ¿trick or treat Acto Cuarto

11-M ¿trick or treat Acto Tercero

11-M ¿trick or treat Acto Segundo

11-M ¿trick or treat? Acto Primero

11-M ¿trick or treat? Introducción

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