Ay, ¿quién maneja mi barca, quién?

En estos meses de deriva política y crisis económica conviene fijarse en aquellas personas que se adelantaron a los acontecimientos y nos ofrecieron las claves de lo que iba a suceder en un futuro no muy lejano.

Desde la crisis financiera mundial, hasta la polémica del libro de Pilar Urbano sobre la Reina, pasando por la crisis interna del PP, las fosas de Garzón y el republicanismo de pandereta, todas esas claves se condensan en unas pocas líneas de gran inspiración.

Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva me lleva?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva, que allí me lleva?

Y es que efectívamente vamos a la deriva y no estamos muy seguros de quién maneja nuestra barca, tanto para lo económico como para lo político. Lo único que sabemos es que unos cuantos se están llenando los bolsillos con nuestro dinero.

Las trenzas de tu madre, anda y dime quién
Que dime quién se las peina, dime quién
Que dime quién se las peina
Voy a pedirle que me trence, anda y sí
Tu cabeza, mi cabeza, anda y sí
Tu cabeza, mi cabeza
Por mucho que tú me pidas, yo te lo doy

La referencia a las trenzas de la madre señala sin ninguna duda a Doña Sofia y al "desliz" cometido al permitir que se publiquen ciertos comentarios poco afortunados. Y es que no acaba de estar claro quién le peina las trenzas.

La última frase de la estrofa es una alusión clara a Mariano Rajoy. No tenemos dudas a estas alturas de que está p'ayudar en lo que sea.

El verde de tus ojos verdes, mírame
Que mira que yo te mire, mírame
Que mira que yo te mire
El verde como cualquier verde, mírame
Que es verde que me persigue, mírame
Que es verde que me persigue
Por mucho que tú me pidas, yo te lo doy

El verde es sin ninguna duda el color del dinero en EEUU, clara alusión a la banca y al sistema financiero y a sus relaciones con los políticos. Es que a los políticos les persigue siempre el dinero. Ellos no querían, pero....

Por supuesto, como todos los grandes visionarios, esta letra no se entendió en su momento y sufrió la indiferencia de toda Europa y el desprecio absoluto en su país de origen, España.

Es el momento de reivindicar a Remedios Amaya.