sábado, 8 de octubre de 2011

Cuando las armas matan 2

Aunque me puedo meter en un berenjenal, no me quedaría tranquilo si no diese mi opinión sobre los hechos de los que trataba la anterior entrada Cuando las armas matan. Pero antes de exponer teorías me gustaría recomendar este artículo en el que se cuentan todos los detalles sobre el asesinato del capitán Liesa que yo no he sido capaz de exponer.

In Memoriam Francisco de Asís Liesa, capitán de corbeta, y tres policías ametrallados en Durango

En la entrada anterior explicaba las circunstancias que rodearon la muerte del capitán de corbeta Francisco de Asís Liesa. En concreto la aparente relación con el caso de las armas transportadas en el barco mercante Allul. También hablaba del contexto en el que se produce el asesinato, en plena transición democrática y en un periodo en el que se estaban produciendo importantes negociaciones sobre el texto constitucional y las competencias autonómicas.

Respecto del caso de las armas del Allul, el asesinato de Liesa y la posterior alusión de la reivindicación etarra al "aprovisionamiento de armas en el extranjero" dieron lugar a especulaciones en los medios sobre el destino de las armas. En los periódicos más conservadores se sugería que los fusiles automáticos estaban destinados al arsenal de ETA, algo que nunca pudo ser confrmado y que ni siquiera entonces parecía muy verosímil como se puede comprobar leyendo las crónicas de los medios de la época. En todo caso no se puede descartar que se haya intentado intoxicar a la prensa con una versión interesada, aunque sí se puede comprobar que aparentemente resultó ser un fracaso.

De toda la información de la época se pueden extraer los siguientes hechos ciertos: el Allul llevaba un cargamento de armas, ese cargamento había sido comprado por una firma española, Barreiros Hermanos, con destino a un país indeterminado. También es un hecho que si no se produce el registro por las autoridades británicas, con toda probabilidad el Allul hubiese llegado a Bilbao con ese cargamento en sus bodegas. Ahora bien, ¿cuál es la explicación más razonable de todo este embrollo? La compra y venta de armamento es por regla general un negocio legal. Pero también es verdad que es un negocio mucho más lucrativo cuando se realiza de forma ilegal o alegal, vendiendo armas a países sometidos a sanciones o embargos. En estos casos el procedimiento habitual es recurrir a la triangulación. El sistema consiste en adquirir legalmente un armamento para un país sometido a embargo mediante una liciencia falsa de exportación a un tercer país al que es legal vender ese tipo de mercancias. Evidentemente las armas nunca llegan a su destino oficial, sino que son desviadas hacia el receptor ilegal.

¿Podría constituir el caso del Allul una triangulación de armas como la que describo? Los indicios hacen pensar que sí. Hay que recordar que apenas un año antes, en 1977, se decretó un embargo contra el apartheid de Sudáfrica y Rhodesia. La naviera García Miñaur tenía establecida una ruta comercial de mercancias entre puertos españoles y sudafricanos antes y después de que se produjese el escándalo del Allul. De hecho por lo que se puede leer en la prensa de la época tenían experiencia en el transporte de armamento, no entro en si legal o ilegal, a esos países. También la empresa Barreiros Hermanos al parecer tenía experiencia en ese tipo de importaciones/exportaciones. De hecho en una de las primeras versiones se hablaba de que el material había sido importado por el ministerio de Defensa. Incluso en la prensa belga las autoridades de ese país confirmaban que se trataba de una importación solicitada oficialmente por autoridades españolas. Por último hay que señalar que fuentes de la naviera confirmaban que el destino de las armas era el puerto de Bilbao. Todo esto parece indicar que se estaría utilizando el puerto de Bilbao como vértice de una triangulación de armas con probable destino final Sudáfrica. De hecho se pueden encontrar en la prensa denuncias de triangulaciones similares, con los mismos o parecidos actores, pero utilizando el puerto de Barcelona en vez del de Bilbao.

En este punto es en el que nos adentramos en el terreno más peligroso y políticamente incorrecto. Si estamos ante un caso de tráfico ilegal de armas entre Bélgica, España y Sudáfrica, ¿qué tiene que ver la ETA en todo esto y qué sentido tiene el asesinato del capitán Liesa? La verdad es que no tengo respuestas. O al menos no tengo ninguna lo suficientemente convincente. Lo más probable y lo más políticamente correcto es pensar que intentaban sacar tajada de todo el asunto y aprovecharse para crear más confusión y caos, ya que es bastante improbable que los terroristas tuviesen ninguna relación con esas armas. De hecho en alguna noticia se destaca que puede ser un intento de la ETA de crear tensiones desestabilizadoras durante el último tramo del debate constitucional. Es significativa la frase pronunciada por el Almirante Gamboa al enterarse del asesinato durante una sesión del Senado: "No es precisamente matando al segundo comandante de Marina como se consiguen las autonomías del puerto de Bilbao".

En cualquier caso hay algunos detalles que rodean a todo este asunto que resultan bastante curiosos. De entrada el modus operandi del asesinato es bastante extraño y resulta increíble que nunca se le haya imputado a nadie el crimen. También llama la atención que antes de que aparezca la reivindicación de ETA el diario El País ya sugería la posible conexión del asesinato con las armas del Allul. O la rotunda condena del PCE de Euskadi que lo consideraba un intento de desestabilizar la situación. Pero todavía más llamativo es que al día siguiente del asesinato apareciese Bilbao lleno de carteles que decían "No queremos más medallas, queremos a nuestros maridos" y el anuncio de una sentada de esposas y familiares de las FyCSE ante el gobierno civil.

Aunque lo más curioso de todo es que a pesar de todas la hipótesis y especulaciones publicadas, el asesinato del capitán Liesa consiguió cerrar el debate sobre el caso Allul y el destino de las armas.

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